«Admiro a mi jefa, porque cuando conversamos está totalmente presente, atenta y enfocada en mí; eso me hace sentir respetada, valorada y tomada en cuenta», diría quien es dirigida por líderes que logran conectarse con su equipo. De ahí nace el poder de influencia: de interesarse con autenticidad en otros más que en simplemente lucir interesantes.
El término anglosajón mindfulness denota habilidades tales como la atención plena, vivir en el aquí y ahora; es decir, mantener el hilo con el momento actual teniendo plena conciencia de lo que está sucediendo en nosotros, en los demás y en el entorno. Este nivel de claridad y reflexión de las emociones e intenciones propias es fundamental para estar en el presente con autonomía responsable, conscientes de nuestro impacto en otras personas y en nosotros mismos.
La influencia positiva es un pilar del liderazgo y de las relaciones poderosas. Esta aflora cuando se alcanza una sólida conexión y se comprende lo que se siente, se piensa y se actúa. Al liberarnos de los juicios negativos, somos menos proclives a incurrir en sesgos. La máxima escucha posibilita «estar presentes» y enlazar las voluntades que generan el cambio, la mejora y la innovación.
Esa conexión abre paso a la creatividad y a los nuevos proyectos. Sus insumos son la compasión, la amabilidad y el respeto; su resultado, la efectividad de líderes y equipos. También, con metas y normas de comportamiento, crea compromisos; conscientemente abona una influencia positiva en el ambiente laboral, esto constituye un antídoto contra actitudes negativas y forzadas.
El mindfulness induce a despertar plena concentración en la tarea en cuestión, sin desviarse por asuntos pasados. Además, previene los «secuestros emocionales», los arrebatos temperamentales, las negligencias y las injusticias que atentan contra la dignidad ajena. Tanto al éxito como al fracaso se llega de relación en relación; por eso conviene ejercitar la disciplina de serenar la mente y así sumar en lugar de restar en cada interacción con los semejantes.
Una mente agitada, por el contrario, distorsiona la realidad percibida, rompe el atributo de la observación profunda y las respuestas a los estímulos se divorcian de los sanos principios de convivencia. Por su parte, la persona que asume las situaciones difíciles o frustrantes con conciencia plena y autodeterminación, tal como lo asegura Viktor Frankl, se sobrepone; porque es capaz de darle sentido trascendente incluso al sufrimiento y de encontrar el de su existencia.
Estar alertas, con presencia plena y siendo realistas respecto a las capacidades y limitaciones personales, permite a las personas enfrentar los hechos como protagonistas y no como víctimas. Se doblan, mas no se quiebran. Tal fortaleza interior nutre la perseverancia y la lealtad a un ideal.
Frankl nos invita a apropiarnos de la libertad de decidir nuestras reacciones «Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En él reside nuestra libertad y el poder para elegir nuestra respuesta. Y en la respuesta radica nuestro crecimiento y nuestra libertad». Así, la atención y la conexión plenas desembocan en la sabia elección de respuestas alineadas con propósitos trascendentes.
7 Responses
En efecto, es tan difícil tener ese don de prestar la atención del caso, sin mantener la mente asumiendo respuestas a lo que nuestro pensamiento supone que es lo que realmente quiere escuchar nuestro locutor.
Saludos.
Buenos días. Me gustaría saber si yo puedo copiar los artículos escritos por usted y publicarlos en sitios como Linkedin, siempre haciendo referencia a su nombre
“Mindfulness vs estado co templativo”. Estar presente vs estar soñando”.
Excelente
Excelente!
Muy buena reflexión, hay veces uno requiere enfocarse y este tema de su columna es una buena guía para el comportamiento institucional del trabajo en equipo.
Excelente I gracias por Compartir sus artículos