¿Qué irrita a los clientes? ¿Cómo evitarlo?

La lista de posibles molestias es extensa y, seguramente usted podría añadir algunos ejemplos propios. Marque con una (X) aquellas que haya experimentado o escuchado de sus clientes. Ahora bien, ¿qué están haciendo las empresas para corregir estas deficiencias y enfocarse en crear experiencias excepcionales para sus clientes?

Exageración de atributos de empresa, servicios y productos ( ), trato no profesional ( ), largos tiempos de espera para establecer contacto ( ). Retrasos en entrega de lo prometido ( ). Información inexacta ( ), falta de respuesta a mensaje de correo u otros canales ( ).

Recepción de productos incorrectos ( ), repetición de errores ( ), sensación de engaño por promesas incumplidas ( ), trámites complicados para devoluciones y reclamos ( ). Desconsideración, nula empatía ( ), y “paseo” del cliente por varios departamentos ( ).

Contradicciones entre voceros de empresa ( ), políticas rígidas e incapacidad para tratar casos individualmente ( ), defectos no reconocidos ni compensados ( ). “Solo les interesa mi dinero” ( ), página web complicada ( ), desinterés por conocer al cliente ( ).

Publicidad intrusiva, acoso frecuente al cliente ( ), percepción de manipulación, imposición y chantaje ( ), descuido de detalles clave para los clientes ( ). Tecnología desintegrada y confusa ( ), violación de privacidad de datos ( ). Escasez de personal en momentos de alta demanda ( ), no reconocimiento de responsabilidad ( ), y cobros inesperados ( ).

Ahora, identifique con una (X) buenas prácticas de su organización que favorecen una relación sostenible con los clientes: personal empoderado para resolver de inmediato ( ), monitoreo y evaluación continua de la experiencia brindada ( ), reconfiguración ágil de procesos para corregir fallas ( ), respuesta rápida y precisa a consultas y desacuerdos ( ).

Los colaboradores se sienten “embajadores” de la empresa y son proactivos ( ), líderes y equipos viven valores de la entidad ( ), la verdad al cliente como norma ( ). Eficiencia operativa en puntos clave del servicio ( ). Transparencia sobre qué es posible y qué no ( ).

Gestos de respeto: el cliente es el centro ( ), agilidad en reembolsos ( ), habilidad de colaboradores en negociación y solución de conflictos ( ). Anticipación y escenarios con protocolos eficaces ( ), receptividad y proactividad a retroalimentación ( ), aprendizaje, análisis crítico ( ), y alta cooperación entre áreas para co-crear fidelidad del cliente ( ).

La combinación de líderes comprometidos, equipos empoderados, flexibilidad para mejorar procesos y actualización de políticas, genera una cultura organizacional innovadora y coherente. En toda empresa hay miembros que saben qué se necesita hacer y quieren ser protagonistas en las soluciones, solo necesitan poder expresarse con confianza…

Los clientes también quieren aportar ideas, máxime si creen en la razón de ser la empresa.