Cuando se proyecta en una pantalla una foto grupal en la que figura usted, ¿qué es lo primero que busca? A usted mismo, ¿no es cierto? Pero ¿qué sucede si no le agrada «cómo ni dónde quedó» en la foto? Es muy probable que ni la valore ni la coleccione, ¿verdad? Bien, establezcamos una analogía entre este comportamiento y la dinámica del poder en la empresa.
Da igual que se trate de la foto de una celebración familiar o de la de una organización: la ubicación de las personas no siempre se asigna al azar. Consciente o inconscientemente, la «cuota» de influencia, jerarquía y «poder» que se posee determina el lugar donde las «invitan» a posar. Así que, ¡cuidado!, ¡bien podrían cambiarle el sitio que usted escogió o creyó merecer!
Los juegos políticos existen en toda organización. Recuerdo las palabras de uno de mis mejores profesores: «La política es el arte de quién obtiene qué a cambio de qué; sin recursos, no somos parte del juego». ¿Cuáles son sus recursos o su patrimonio? Valórelo en una escala del 0 a 4…
0: Nada, 1: Muy poco, 2: Poco, 3: Bastante 4: Mucho. Reputación moral ( ), calidad humana, empatía y relaciones ( ), credibilidad por conocimientos actualizados y adecuados ( ), bienes materiales ( ), información de alto valor ( ), autoridad jerárquica ( ), contactos con poseedores de recursos ( ), influencia y legitimidad recibida ( ), logros anteriores ( ), otro ( ). Total: ____.
Cuanto mayor sea la puntuación, más cerca estará del centro de la «foto» o al lado de quienes ostentan más poder. Salir en la imagen no es lo único, usted también desea verse bien en ella. Si bostezó o alguien le tapó parcialmente su rostro, no se sentirá bien. Esto mismo sucede cuando usted no comparte la visión de futuro de la empresa ni se siente protagonista de su construcción.
Ahora, ¿qué lugar le asignarían si el criterio de acomodación fuera cada uno de los siguientes aspectos?: a) la vivencia real de los valores de la organización; b) la innovación que aporta para incrementar la competitividad; c) los resultados y el cumplimiento de metas; d) la contribución al clima laboral; e) el compromiso con la calidad y el servicio a los clientes trascendiendo el deber.
La incomprensión, los celos, la envidia, la falta de escrúpulos y ética, la manipulación, la amenaza y los intereses personales disfrazados de benevolencia incondicional también son parte del campo de juego. Esto es: la foto no siempre refleja a quienes están a la altura del merecimiento. En tal caso, se cuenta con otro gran recurso, una conciencia limpia que les dicta no salir en ella.
El conocimiento sin sabiduría es infértil. La crítica sin soluciones también. La misma suerte corre quien ostente una posición sin que los colaboradores le concedan legitimidad para decidir por ellos. «Lo que haces habla tan alto que no puedo escuchar lo que dices», recalcaba Ralph Waldo.
¿Desea definir un mejor rumbo para su empresa? ¡Fortalezca su influencia! Sin «recursos» no es posible ser protagonistas. Los líderes que gozan de integridad, madurez y autoridad inspiran a todos los miembros del equipo a verse bien en la foto que proyecta el futuro cercano. Y a cada uno le corresponde prepararse de manera responsable y continua por si… hoy tomaran la foto.