EQUIDAD. Stéphanie Frappart (Francia), Neuza Back (Brasil) y Karen Díaz (México) serán recordadas como las primeras mujeres en dirigir un partido en una Copa Mundial de Fútbol masculino. Aunque tardía, esta decisión de la FIFA no solo debe ser reconocida, sino emulada como una práctica óptima en los más diversos ámbitos: en los equipos gerenciales, por ejemplo.
DISCIPLINA. El entrenador de Camerún solicitó al portero titular de su equipo, André Onana, que evitara algunos movimientos que colocaban en riesgo al combinado. Al portero no le pareció la solicitud. R. Song fue contundente al afirmar: «Tienes que adaptarte a la disciplina del equipo… El equipo es más importante que las individualidades». La regla era para los 26, si él no la seguía, debía empacar. Onana renunció al resto de un Mundial añorado por él. ¡Disciplina es disciplina!
RESULTADOS. Marruecos, invicto en fase de grupos, obtuvo el primer lugar en el que la favorita Bélgica quedó eliminada. Japón encabezó el suyo tras vencer a España y a Alemania, (también eliminada). Camerún derrotó a Brazil; Arabia Saudí, a Argentina. Cuando la preparación y el coraje se imponen, todo puede suceder. Lo mismo ocurre en el mundo competitivo de las empresas.
MODERACIÓN. Rendir al máximo nivel va unido a una preparación mental juiciosa. Y el examen suele ser una situación adversa inesperada. Si no hay un balance entre la magnitud de las metas propuestas y si la confianza está basada más en discursos motivacionales que en posibilidades reales, el resultado será rotundo: la afectación competitiva. ¡La humildad precede a la sensatez!
TECNOLOGÍA. En el 2022, un gol de Japón frente a España se validó porque «1,8 mm» del balón no había rebasado la línea de meta. El VAR «defendió» la aplicación de la «Regla 9. Balón de juego». Cinco años atrás, un árbitro sentenció como gol un balón que traspasó cerca de «1,8 m» la misma línea, uno que jamás entró: ese error dejó a Estados Unidos y a Honduras fuera del Mundial 2018.
RIGOR. H. Renard, técnico de Arabia Saudí, increpó enérgicamente a sus jugadores porque no marcaban a Messi: «¡Saquen su teléfono y tómense una foto con él si quieren, pero si están en la defensa y él tiene la pelota, presiónenlo!». El equipo remontó el marcador y venció a Argentina. El príncipe heredero de ese país premió a cada jugador con un auto valorado en aprox. €500.000.
VALORES. El fútbol, como todos los deportes, es un vehículo para el fomento de los principios de convivencia. Este Mundial pasará a la historia: ha servido de vitrina para repensar el juego limpio —también— en materia de derechos humanos, ética, transparencia, inclusión, tolerancia… La toma de conciencia, en el ámbito local y global, es un primer paso para avanzar en estos campos.
Ir más allá de lo visible posibilita aprovechar las lecciones aprendidas en toda competencia deportiva. Las victorias y las derrotas son pasajeras; lo sentido y lo aprendido, perdurables. En mi caso, he estado en el «aula» de varias competencias, incluyendo unos Juegos Olímpicos y un Mundial. Sea que estemos «adentro» o «afuera» de alguna, como por ejemplo de una Copa del Mundo, el aprendizaje que se puede extraer es de alto valor y aplicable a las empresas. En palabras del gran ‘Rey’ Pelé, significa «… una oportunidad única para lograr un cambio mundial».